Cuando era niño y estudiaba la primaria, era considerado dentro de los primeros tres de la clase. De hecho fui capitán de la escolta, hasta después de la anécdota que voy a contarles.
Resulta que cada cierto tiempo, las instituciones educativas seleccionan a sus mejores estudiantes para enviarlos a diferentes lugares a participar en concursos de diferentes tipos, como son: matemáticas, sociales, química, trompo, balero, tiro con arco, etc.
Sucedió que, llegado el momento de seleccionar, el director entró a nuestro salón y se llevó a cinco de mis compañeros, excepto a mi. Así que me levanté de mi asiento y le pregunté a mi maestra la razón por la cual salían mis compañeros con el Sr. Director. Era tal cual lo sospechaba. Mis compañeros habían salido a hacer un examen para determinar quien iría al concurso regional de matemáticas.
Indignado le dije a mi maestra que yo también quería hacer dicho examen. Fuimos pues, al salón en donde estaban mis compañeros, mi maestra hablo algunas palabras con el director y, acto seguido, estaba presentando el examen.
Cuando llegó el momento de conocer los resultados, fuimos a la oficina del director. Afuera había un papel escrito a máquina con un listado parecido al siguiente:
NO NOMBRE CAL
1. RUBEN QUINTERO ALONSO 10.00
2. LEODEGARIO MARTINEZ 9.00
3. TOMÁS HERNANDEZ 8.00
4. MARICRUZ RODRIGUEZ 8.00
5. FAUSTINO ZAPATA 6.00
6. JUAN GABRIEL (TYRODEVELOPER) 3.00
Conclusión
Un maestro siempre sabe de lo que su alumno es capaz.
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