Anécdotas Graciosas – Historias de secundaria

La época de mi vida que mas nostalgia me causa es cuando cursé la secundaria.
Recuerdo esos partidos de futbol a la hora del receso, el enviar cartas de amor a la niña que me gustaba y cuando me ponían a barrer los pasillos por llegar tarde.
Pero no todo fué miel sobre ojuelas...
En aquellos tiempos las computadoras eran muy escasas en las escuelas públicas. Lo que llamábamos centro de cómputo era un salón con aire acondicionado, vidrios oscuros y cortinas que nos impedían la visibilidad al interior.
Teníamos dos actividades extracurriculares opcionales. Una era música, en donde te enseñaban a tocar la flauta o la guitarra, y la otra computación. Todos queríamos entrar a ese misterioso salón de vidrios oscuros y aire acondicionado, pero solo los mas inteligentes podían ingresar si pasaban un raro examen de intelgencia, en el cual medían el coheficente intelectual.

Reprobé el dichoso examen de inteligencia. No le dije a mis padres que lo había presentado; solo les dije que me había apuntado a las clases de guitarra, pues quería aprender para tocarla en las fiestas. Pero la verdad es que me sentía avergonzado.

Mi fuerte es la persistencia, no la inteligencia. Sin embargo, no desprecio la inteligencia, de hecho, la busco tanto como me es posible...













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